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Расписание работы

Tapies

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Pintor, escultor y te�rico del arte es uno de los principales exponentes a nivel mundial del informalismo y esta considerado uno de los artistas mas destacados del siglo XX.

BIOGRAF�A DE ANTONI T�PIES:
Barcelona, 13 de diciembre de 1923 - 6 de febrero de 2012.
Antoni T�pies nace en una familia acomodada involucrada desde mediados del siglo XIX en una tradici�n editorial y librera, que despierta muy pronto en el artista un amor por los libros y la lectura.
Esta predisposici�n se ve acentuada por la larga convalecencia de una enfermedad pulmonar, durante la cual inicia sus tanteos art�sticos. Progresivamente T�pies se dedica con mayor intensidad al dibujo y la pintura y acaba dejando sus estudios de Derecho para dedicarse plenamente a su pasi�n. En la d�cada de los cuarenta ya expone sus obras, que destacan en la panor�mica art�stica del momento.
Part�cipe de una sensibilidad generalizada que afecta a los artistas de ambos lados del Atl�ntico, a ra�z de la II Guerra Mundial y del lanzamiento de la bomba at�mica, Antoni T�pies expresa muy pronto un inter�s por la materia, la tierra, el polvo, los �tomos y las part�culas. Ese inter�s se plasma formalmente en el uso de materiales ajenos a la expresi�n pl�stica academicista y en la experimentaci�n de nuevas t�cnicas. Las pinturas mat�ricas forman una parte sustancial de su obra y constituyen un proyecto que sigue desarroll�ndose en la actualidad. T�pies cree que la noci�n de materia debe entenderse tambi�n desde la perspectiva del misticismo medieval como magia, mimesis y alquimia. En este sentido, hay que entender el deseo del artista de que sus obras adquieran el poder de transformar nuestro interior.
Durante los a�os cincuenta y sesenta, Antoni T�pies ir� elaborando una serie de im�genes, generalmente extra�das de su entorno inmediato, que aparecer�n en las distintas etapas de su evoluci�n. Muchas veces, una misma imagen, adem�s de aparecer representada de diversas formas, tendr� m�ltiples significaciones diferenciadas que se ir�n superponiendo. Su mensaje se centra en la revaloraci�n de lo que se considera bajo, repulsivo, material (no en vano T�pies escoge a menudo temas tradicionalmente considerados desagradables y fetichistas, como un zapato abandonado, una axila, un pie y otros similares).
Asimismo, la obra de Antoni T�pies ha sido siempre permeable a los acontecimientos pol�ticos y sociales del momento. A finales de los a�os sesenta y principios de los setenta, su compromiso pol�tico contra la dictadura se intensifica, y las obras de este per�odo tienen un marcado car�cter de denuncia y protesta. Coincidiendo con la eclosi�n del arte povera en Europa y el posminimalismo en EEUU, el artista acent�a su trabajo con objetos, no mostr�ndolos tal como son, sino imprimi�ndoles su sello e incorpor�ndolos a su lenguaje. A principios de los ochenta, una vez restaurado el Estado de derecho en Espa�a, el inter�s de T�pies por la tela como soporte adquiere una fuerza renovada. Durante esos a�os, realiza obras con goma-espuma o con la t�cnica del aerosol, utiliza barnices y crea objetos y esculturas de tierra chamoteada o de bronce, y se mantiene muy activo en el campo de la obra gr�fica. Por otra parte, a finales de los ochenta, parece reforzarse su inter�s de por la cultura oriental, una preocupaci�n que ya se hab�a ido gestando en la posguerra y que se convierte cada vez m�s en una influencia filos�fica fundamental en su obra, por su �nfasis en lo material, por la identidad entre hombre y naturaleza y por la negaci�n del dualismo de nuestra sociedad. Igualmente, T�pies se siente atra�do por una nueva generaci�n de cient�ficos, capaces de apoyar una visi�n del universo que entiende la materia como un todo, sometido al cambio y la formaci�n constantes.
Las obras de los �ltimos a�os constituyen esencialmente una reflexi�n sobre el dolor -f�sico y espiritual-, entendido como parte integrante de la vida. Influido por el pensamiento budista, considera que un mayor conocimiento del dolor permite dulcificar sus efectos, y de este modo, mejorar la calidad de vida. El paso del tiempo, que ha sido una constante en la obra de T�pies, adquiere ahora nuevos matices, al vivirse como una experiencia personal que comporta un mejor autoconocimiento y una comprensi�n m�s clara del mundo que le rodea. Durante estos �ltimos a�os, Antoni T�pies ha consolidado un lenguaje art�stico que, por una parte, traduce pl�sticamente su concepci�n del arte, y por otra, unas preocupaciones filos�ficas renovadas con el paso del tiempo.
Paralelamente a la producci�n pict�rica y objetual, T�pies ha ido desarrollando desde 1947 una intensa actividad en el campo de la obra gr�fica. En este sentido, cabe destacar que el artista ha realizado un gran n�mero de carpetas y libros de bibli�filo en estrecha colaboraci�n con poetas y escritores como Alberti, Bonnefoy, Du Bouchet, Brodsky, Brossa, Daive, Dupin, Foix, Fr�mon, Gimferrer, Guill�n, Jab�s, Mestres Quadreny, Mitscherlich, Paz, Saramago, Takiguchi, Ull�n, Valente y Zambrano, entre otros.
Asimismo, T�pies ha desarrollado una tarea de ensayista que ha dado lugar a una serie de publicaciones, algunas traducidas a distintos idiomas: La pr�ctica del arte (1971), El arte contra la est�tica (1977), Memoria personal (1983), La realidad como arte. Por un arte moderno y progresista (1989), El arte y sus lugares (1999) y Valor del arte (2001).

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