Francesc Gimeno Arasa nació el 14 de diciembre de 1858 en Tortosa, España, y falleció el 31 de mayo de 1927 en Barcelona. Fue un pintor y dibujante catalán que desarrolló un estilo realista distintivo, caracterizado por trazos contundentes y decididos. Aunque se mantuvo alejado de los círculos artísticos de su época y tuvo un carácter reservado, su obra ha dejado una marca significativa en la historia del arte catalán.
Gimeno Arasa es especialmente conocido por sus aproximadamente doscientos autorretratos, que lo sitúan en un lugar destacado en la historia de este género, junto a artistas como Rembrandt y Van Gogh. A diferencia de estos últimos, los autorretratos de Gimeno no siguen una continuidad temática con el resto de su obra, destacándose por su carácter autónomo y dramático. Además de los autorretratos, su producción artística incluye paisajes y retratos de personas de su entorno, así como escenas de la vida cotidiana.
Gimeno Arasa tuvo una elección temática particular en su obra, centrándose en aquello que tenía a su alcance: su familia, las calles por donde transitaba, paisajes suburbanos, animales como gallinas, naturalezas muertas y, por supuesto, su propio rostro. Esta elección temática convierte su obra en una crónica social que refleja las capas más desfavorecidas de la sociedad catalana a principios del siglo XX.
A pesar de su retiro de los círculos artísticos convencionales, el legado de Gimeno Arasa ha sido reconocido a lo largo del tiempo. En 2006, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) organizó una importante exposición titulada "Francesc Gimeno, un artista maldito". Sus obras se encuentran presentes en colecciones de destacados museos como el MNAC, el Museo de Montserrat y el Museo del Prado en Madrid, entre otros. La obra de Gimeno Arasa sigue siendo apreciada como una valiosa crónica social y un testimonio artístico de su tiempo.